¿Qué es el control térmico de las malas hierbas?

El control térmico de las malas hierbas es la técnica que utiliza calor para controlar y eliminar malas hierbas, las enfermedades fúngicas y las plagas de insectos.

Datos históricos sobre el control de las malas hierbas

Este tipo de control de las malas hierbas es el más antiguo, ya que los primeros agricultores del antiguo Egipto ya utilizaban este tipo de control para sus cultivos. Incluso se han encontrado restos de la época neolítica, cuando ya se utilizaba el fuego. Volviendo a la era moderna, la encontramos en Estados Unidos hacia 1850. John A. Craig patenta por primera vez una máquina desbrozadora de llama para campos de caña de azúcar.

 

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La escarda térmica con llama y su funcionamiento

El control térmico de las malas hierbas desempeña un papel importante como control biológico en la agricultura. La principal ventaja del control térmico con llama es la ausencia absoluta de residuos nocivos en el suelo, de hecho, el GLP, cuando se quema, sólo forma vapor de agua y CO₂. El principio en el que se basa la técnica de escarda con llama es el de hervir el tejido de la mala hierba. El tiempo de acción del calor durante el tratamiento es tan corto que no permite la carbonización del material vegetal.

El efecto inmediato del calor es que el plasma celular se dilata bruscamente, lo que provoca la ruptura de la membrana externa; el flujo intracelular de nutrición queda así interrumpido; la célula ya no puede nutrirse y, debido a la evaporación continua provocada por el desgarro de la cutícula, en dos o tres días la planta se seca y muere. Por lo tanto, el el control térmico con llama, no quema las malas hierbas, pero inmediatamente después del tratamiento térmico, las plantas tratadas muestran un cambio de pigmentación; el color verde de las hojas se acentúa fuertemente. Esta manifestación es visible en un par de minutos y se debe a la liberación de savia de la célula.

La exposición a altas temperaturas provoca el sobrecalentamiento y, finalmente, la rotura del tejido vegetal. Es importante tener en cuenta que no es necesario quemar las malas hierbas para eliminarlas; esto sólo le hará perder tiempo y combustible en el proceso. Si aprieta la planta y nota la huella de su pulgar en la planta, sabrá que su escarda de llama ha tenido éxito.

El control térmico con llama beneficia al medio ambiente

Desde un punto de vista ecológico, el control de malas hierbas con llama tiene un impacto medioambiental mínimo. Dado que la combustión del GLP sólo forma vapor de agua y CO₂. El calentamiento de las capas superficiales del suelo, provocado por el paso rápido de los quemadores, hace que la propia superficie alcance una temperatura que a menudo no supera los 60-80 °C, una temperatura que podemos experimentar fácilmente incluso en la hora más calurosa de la estación estival. Por tanto, los daños a la microflora y los microorganismos del suelo son menores, no hay riesgo para los operarios y no se liberan residuos tóxicos al medio ambiente.

Otro resultado que se puede conseguir, desde el punto de vista de la higiene ambiental, es reducir la velocidad, lo que permite que las superficies, el pavimento o los suelos de hormigón alcancen temperaturas ligeramente superiores (80-100 °C), lo que elimina los gérmenes patógenos y permite una operación de esterilización eficaz. Al mismo tiempo, seca rápidamente las carreteras, por lo que se pueden pavimentar con mayor rapidez.

Coste y consumo de la solución para la quema de malas hierbas

Con la aplicación de esta tecnología, los costes implicados pueden determinarse inmediatamente, ya que esta técnica de control de las malas hierbas no da lugar a ninguna contaminación ambiental aparte del CO₂, y cualquier coste adicional en el que se incurra después de realizar el tratamiento y debido a la eliminación de cualquier residuo tóxico es, por lo tanto, igual a cero.

El consumo de gas está estrechamente ligado al tipo de maquinaria agrícola utilizaday la cantidad y altura de las malas hierbas a tratar. Las condiciones más adecuadas para el uso de la técnica del quemador de malas hierbas se obtienen cuando las malas hierbas a tratar se encuentran en la fase de plántula.

¿Qué hay que saber antes de comprar un quemador de hierba?

En el mercado existen muchas soluciones ecológicas y respetuosas con el medio ambiente para el control de las malas hierbas, y no todas son iguales, por lo que elegir entre ellas puede resultar abrumador. En este artículo, hemos recopilado las cuatro preguntas más importantes que debe hacerse para acotar el mercado antes de invertir en un quemador de hierba agrícola.

Formulándose unas cuantas preguntas más sencillas, podrá estar más cerca de encontrar la solución que se adapte a su sistema de cultivo y a sus necesidades.

1. ¿Para qué necesita el quemador de hierba?

Es esencial que entendamos claramente lo que va a quemar. Dependiendo del tipo de cultivo o servicio, hay que elegir entre un quemador plano o un quemador en hilera para cultivos ya crecidos. Cada cultivo necesita un quemador específico. El quemador de malas hierbas se adaptará al sistema de cultivo del agricultor.

2. ¿Es caro utilizar un quemador de hierba?

Hay que encontrar formas de reducir los costes de consumo. Un quemador de malas hierbas utiliza gas propano, y su único residuo contaminante es el CO₂. Encontrar un quemador de malas hierbas en el que la reducción de gas ayude a reducir las emisiones de CO₂ es de gran importancia, tanto para la economía del agricultor (ROI) como para el medio ambiente.

3. Trabajar a cualquier hora del día y en cualquier situación

No todos los sistemas de control de malas hierbas pueden funcionar cuando sopla el viento, lo que significa que se pierden días de trabajo antes de la germinación. Busca un quemador que proteja la llama del viento y aumente su potencia en el interior del quemador.

4. Reducir el consumo de gas y dar prioridad a la seguridad

Un quemador de malas hierbas debe ser seguro para todos los que tienen que trabajar con él, los cultivos y el medio ambiente. Por lo tanto, es importante comprar un quemador de hierba donde se puede obtener una gran cantidad de conocimientos y experiencia del fabricante. Un quemador de hierba, donde al mismo tiempo reducimos el consumo y la contaminación. Probado y verificado.

Optimización de la producción ecológica

1. Realizar una quema para preparar el lecho de siembra (una semana antes)

2. Acelerar el crecimiento de las malas hierbas, regar y esperar a que broten todas las malas hierbas.

3. Plante un cultivo que sepa que tiene un día de germinación más temprano

4. Cree un efecto invernadero con un pequeño cristal sobre una pequeña sección del cultivo sembrado, la germinación aparecerá antes, indicando que es el momento de flamear.

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Ole Bo Jensen, Propietario y CEO de ENVO-DAN